Día Internacional de las Personas con Discapacidad
SOStén mis derechos
“Ni tutelas ni tu tías” ¿Recuerdan estas palabras del presidente Aznar cuando se refería a dejar paso franco al que más adelante fue el presidente Rajoy? Estoy seguro de que sí. Pues traigo a colación estas aún resonantes palabras el Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad para afirmar que nosotros, las personas con discapacidad, en nuestro ánimo de conquistar las más altas cuotas de representatividad y de ejercicio de derechos, hemos superado las épocas en las que buena parte de la sociedad pretendía seguir tutelándonos y decidiendo por nosotros y ya no admitimos ni “tutelas ni tu tías”.
La toma de decisiones, junto con la conciencia, es el ejercicio que mejor nos define como seres humanos y nos diferencia de otras especies. Nuestro ordenamiento jurídico permite el ejercicio de la tutela o la intervención en la toma de decisiones de una persona cuando esta es menor edad o cuando un juez inhabilita a una persona para tomar decisiones por no estar en su plenas facultades mentales.
Las personas con discapacidad también entramos en estos supuestos, como no podría ser de otra manera, pero de forma individual y no por tener una discapacidad. Una persona con discapacidad mayor de edad, mientras no se demuestre lo contrario, está perfectamente capacitada para poner en marcha su proyecto de vida y pilotarlo hasta el fin de sus días. Nuestros sistemas de apoyos: servicios sociales y sistema de dependencia y nuestro ordenamiento jurídico: Ley General de la Discapacidad, Ley de Igualdad de Oportunidades y la propia Constitución van encaminadas a promover la igualdad, potenciar nuestro sistema social y facilitar la toma de decisiones de las personas con discapacidad.
Aún existen en nuestra sociedad comportamientos con alta carga de condescendencia cuando se dirigen a las personas con discapacidad. Comportamientos y actitudes que nos sitúan en un plano inferior, como cuando se duda sobre nuestra eficiencia en el trabajo o como cuando se cuestiona que podamos tomar decisiones a riesgo de equivocarnos. ¿Acaso el error y el intentarlo una y otra vez no es el camino más rápido para alcanzar el éxito?
En esta ocasión, para seguir dando pasos decididos para afianzar nuestro sistema social, para ir eliminando actitudes paternalistas y aspectos de la sociedad que aún discriminan a las personas con discapacidad pedimos respeto y consideración y también exigimos que se reconozca el papel fundamental de las entidades sociales en su doble vertiente de defensoras de derechos y de prestadoras de servicios. Gracias a las entidades sociales este tipo de situaciones han podido ser denunciadas y están siendo erradicadas de nuestra sociedad.
Pero además, allí dónde las administraciones publicas ni las empresas privadas llegan, llegamos las entidades sociales. En algunos casos en colaboración con las propias administraciones publicas en otros casos por iniciativa propia llevamos los servicios que necesitan las personas con discapacidad, servicios como: la asistencia personal, servicios de salud, programas de empleo, asesoramiento en accesibilidad y otro tipo de ayudas socio-sanitarias a lugares recónditos de nuestra comunidad o a aquellos lugares donde quieren seguir viviendo las personas.
El respeto a que las personas puedan seguir viviendo es sus casas, en sus ciudades o en sus pueblos es consustancial con el respeto a la toma de decisiones.
Hoy, 3 de diciembre, Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad, decimos que no queremos ser tutelados, que nunca llegó a ser necesario, pero aún menos en estos momentos, y también pedimos que se reconozca el trabajo que vienen realizando las entidades sociales que se encuentran, en muchos casos, ahogadas por la actual situación de crisis económica y que sin su trabajo y sin el trabajo de sus profesionales muchas personas con discapacidad estarían en situación de desamparo.