De la normalización a la inclusión

Como algunas cosas en la vida, veinte años pueden parecer muchos o pocos según se mire. Para las personas con discapacidad han sido unos años muy importantes, decisivos me atrevería a decir yo, ya que los logros que se han conseguido han sido muchos y decisivos y PREDIF Castilla y León, una entidad de referencia para las personas con discapacidad en nuestra comunidad ha sido protagonista de estos cambios y de esta evolución social. Por ejemplo, hace veinte años se hablaba de normalizar y ahora hablamos de inclusión y participación. A primera vista puede parecer lo mismo, pero es un cambio y un desarrollo sustancial como iremos viendo.

Allá por el año dos mil, aunque parezca que fue ayer, las organizaciones sociales les decíamos a los dirigentes políticos que había que hablar abiertamente, sin prejuicios ni estigmas de las necesidades de las personas con discapacidad y sus familias. Que no se trataba tan sólo de que estuviéramos atendidas en algún centro y de que estuviéramos haciendo algo, que además había que hablar de ellas y visualizarlas y a esto lo llamábamos “normalizar”. Aún no se había desarrollado un sistema de derechos exigibles como en la actualidad. Es verdad que estábamos bajo el paragua de la LISMI y de la propia Constitución como cualquier ciudadano, pero la realidad es que muchos de nuestros derechos de ciudadanía no podíamos ejercerlos ya fuera porque el conjunto de la sociedad no estaba preparada para asimilar y comprender los cambios que exigíamos, ya fuera porque nuestro sistema de normas y leyes no lo permitía, ya fuera porque nuestros políticos fueran cortos de mira o porque nosotros mismos no éramos conscientes de todas nuestras capacidades y potencial.

Pero si algo caracteriza a las personas con discapacidad y sus familias es una nuestra constancia y tenacidad para ser uno más y tener las mismas oportunidades que cualquier ciudadano y a continuación empezamos a hablar de inclusión y ya no nos resignábamos con que se hablara de nosotros, ni mucho menos nos conformábamos con que se nos atendiera, queríamos poder ejercer todos nuestros derechos y también, como no, queríamos hacernos cargos de todas nuestras obligaciones. Incluir a las personas con discapacidad y sus circunstancias de una forma transversal en todas las políticas empezaba a ser parte de nuestro discurso. Había hablar de como las niños y niñas con discapacidad accedían a una educación de calidad para que pudieran tener oportunidades de acceder a un empleo y poder obtener unos ingresos que nos permitieran vivir en comunidad. Había que conseguir que pudiéramos acceder a los apoyos necesarios para que al mismo tiempo lográramos desplegar todo nuestro talento y nuestras ganas de vivir y aportar. Y todo esto había que poder hacerlo dentro de un marco de derechos. Y en esto que se aprobó la Ley de autonomía personal y atención a la dependencia (aún por desarrollarse en su plenitud) y la Ley de igualdad de oportunidades, por poner algunos ejemplos, para que las personas con discapacidad ya no tuviéramos que “pedir” apoyos, sino que les pudiéramos exigir.

Ahora que nos acoge un sistema de derechos que nos ha aproximado más a tener oportunidades reales de formar parte activa de esta sociedad, estamos hablando de personalizar los apoyos en función de las necesidades particulares de las personas con discapacidad. Desde PREDIF CyL estamos apostando por la asistencia personal como la herramienta de apoyo más idonea para que cada persona, en función de sus necesidades, sus gustos, sus anhelos y sus intereses, puede adaptar este apoyo a su singularidad para poder desarrollar todo su potencial humano, en definitiva, para que podamos vivir con el menor grado de dependencia.

Veinte años son muchos si analizamos los avances positivos y transcendentes que hemos acometido, han sido veinte años fructíferos en este sentido, pero también veinte años muy largos si pensamos en los miles de personas que no han podido disfrutar de estos sistemas de derechos o si pensamos en los miles de personas que aún hoy tienen serias dificultades para ejercerlos. Nuestro sistema y nuestra forma de afrontar los cambios tiene evolucionar con más celeridad al menos con una velocidad que se asemeje a las ganas que tenemos las personas con discapacidad de formar parte activa de esta sociedad vertiginosa. PREDIF CyL, sus asociaciones y su equipo técnico estarán ahí por muchos años para que nadie se quede atrás y puedan vivir una vida digna.

Publicado por fransardon

Soy un activista social interesado en opinar.

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